San Pedro, San Pedro…¿como podría algún día olvidarme de ti?. Fuiste mi segundo destino mochileando sola y definitivamente pasaste a la historia de mi vida.
¿Quieren saber la razón?…pues les cuento…
Tras pasar una fiesta de año nuevo increíble en Valparaiso tome la decisión de volar a uno de los tres destinos mas turísticos de Chile…San Pedro de Atacama.
Tome un bus rumbo a Santiago y aproveche de pasar a despedirme de la familia, ya que no sabía en cuanto tiempo regresaría al país.
Pase la noche en la casa de mis primos y…maldición!!!…ME QUEDE DORMIDA!!!
Con mucha fe e histeria me levante corriendo de un lado para otro…mi vuelo salia a las 12.00, eran las 10.00 a.m. y yo aun debía pasar al centro de Santiago a cambiar dolares para cuando saliera del país. En mi mente dije «alcanzo a hacer todo»…y, bueno, alcance…hice todo…solo que llegue al aeropuerto a las 11.30 y perdí el vuelo.
Pero con toda la personalidad que me caracteriza me dirigí al mesón de la aerolínea y ocupe aquella vieja técnica sureña que jamas falla:
Pauu: hola! vengo a tomar mi vuelo a San Pedro.
Chica del mesón: déjeme revisar su pasaje – con rostro de inocente entrego el pasaje como si no supiera lo que pasaba –
Y luego de un par de minutos, me dice: Su vuelo ya cerro señorita, lo perdió.
Pauu: Pero como??.. si aun no son las 12.00 y el papel dice que sale a las 12.00
Chica del mesón: si, pero ¿acaso usted nunca ha volado? En vuelos nacionales debe llegar una hora antes de la que dice en el boleto para poder abordar.
Pauu: ¿de verdad? Nadie me dijo, llegue al terminal de buses y me vine lo mas rápido que pude al aeropuerto, soy de Temuco, es primera vez que vengo y no sabia como llegar – claramente todas estas palabras acompañadas de cara de llanto –
Chica del mesón: Veré que puedo hacer por usted, deme unos minutos. – mientras pasan los minutos trato de continuar con mi rostro de pena, aunque en el fondo igual era verdad porque moría de miedo de perder el pasaje -.
La puedo acomodar en el siguiente vuelo si le parece – me dijo la chica del mesón –
A lo que dije: Gracias, la amo…es la mejor del mundo. – Deje mi mochila y me fui a esperar el avión lo mas cerca posible de la puerta de embarque.
El vuelo aterrizo en Calama, la verdad tengo nada en su contra, pero dudo que regrese una próxima vez, a menos claro, que sea para dirigirme nuevamente a San Pedro.
Desde el aeropuerto de Calama tome una Van a San Pedro de Atacama (el trayecto se demora aproximadamente una hora)…y finalmente llegue.
La primera impresión que tuve de San Pedro fue para nada agradable, era todo tan…seco, tan desértico ¿donde esta el verde que tanto me gusta? ¿Por que no deje que se perdiera el vuelo? ¿Como le puede gustar esto a la gente? Fueron algunas de las preguntas que me hice mientras cruzaba las calles camino a mi hostel.
Cuando llegue al hostel y conocí por primera vez el sistema de piezas y baños compartidos – donde tu espacio es tu cama y quizás un locker – fue cuando por primera pensé «donde me vine a meter» (Claramente esto lo dije sin siquiera pensar lo que me deparaba el destino en Uyuni).
10 minutos después conocí a una chica francesa con la que converse largo rato.
Luego fui a mi habitación y conocí una chica chilena que vivía en new york con la que salí a recorrer el pueblo y, para cuando llego la noche, sufrí el primer flechazo de mi vida…en un par de horas me había enamorado de aquel pequeño pueblo que maldije con la primera impresión.
¿Como me enamore?…Eso se los contare en el V.2.
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